Mucho se ha escrito esta semana sobre el abuso sexual que sufrió una joven mujer en nuestra ciudad por el conocido abogado y político local Ariel Franetovich.
El delito de abuso sexual simple está previsto en el párrafo 1° del artículo 119 del Código Penal. ¿Cómo debemos entender la figura de abuso sexual? Se trata de una expresión compleja que implica, por un lado, una conducta de contenido sexual ejecutada sobre el cuerpo de otra persona, sobre sus partes sexuales y, por otro lado, un aprovechamiento, un exceso, una cosificación de la víctima. Una conducta es sexualmente abusiva cuando el autor tiene conocimiento de la relación asimétrica con la víctima y se aprovecha de ella en un trato sexual que no se hubiera producido en condiciones normales.
Franetovich, que es abogado, ex Juez de Paz, ex Ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, ex Intendente de la Municipalidad de Chivilcoy y dueño del lugar donde se produjo el hecho, tiene claramente una posición de poder en relación a la joven. Ante esta situación de violencia, resonamos amorosamente con el relato de la piba que, seguramente, con miedo, angustia, dolor, pudo denunciar públicamente este episodio en las redes sociales.
Como en todos los posicionamientos políticos, somos partidarias de la política feminista por elección y por acción. Los hombres se benefician del sexismo más que las mujeres y, en consecuencia, es menos probable que quieran renunciar al privilegio patriarcal.
Entender la manera en que la dominación masculina y el sexismo se expresan en la vida diaria concienció a las mujeres sobre cómo somos acosadas y no tenemos ningún control sobre nuestras vidas.
Pero la experiencia colectiva se organiza a través de la palabra compartida que circula en los espacios que construimos. Las mujeres cis, bisexuales, lesbianas, travestis y trans nos reunimos y organizamos de múltiples maneras. Denunciamos el acoso cotidiano en los espacios públicos, en lo doméstico y en lo institucional. Estamos concentradas en cuidarnos a nosotras mismas porque hemos decidido estar para nosotras.
Las mujeres ya no permitiremos más este tipo de episodios porque aprendimos a dejar de vernos a nosotras mismas y a nuestros cuerpos como propiedad de los hombres. Porque conjuramos el miedo, transformando el mundo cuando cambiamos nuestra propia vida.
Sobre el patriarcado como sistema de dominación y sobre cómo llegó a institucionalizarse, se perpetúa y se mantiene es que nos permitimos sentar posición en relación al descargo realizado, también públicamente y en las redes, por el Dr. Franetovich.
Está claro que la denuncia de las mujeres con el acompañamiento de la marea feminista pondrá límites a las prácticas patriarcales en los espacios políticos, sindicales, sociales, religiosos.
Como Colectiva Feminista apostamos a visibilizar el tipo de poder que se ejerce en las organizaciones, agrupaciones y partidos políticos. Alumbramos el contenido de las luchas contra las violencias machistas públicas y privadas, experimentadas sobre nuestros cuerpos feminizados producto del capitalismo que las impone.
Convocamos al deseo para la creación de múltiples sentidos y recobrar el equilibrio de lo injusto.
Porque somos las hijas y nietas de las brujas que no pudieron quemar. Nos definimos Eufóricas y Furiosas ante la violencia machista que exhibe la impotencia frente al deseo de autonomía en contextos frágiles. Y, sin duda, #EstamosParaNosotras.
Colectiva Cultural Feminista