De todo el Universo político solo Monzó y Frigerio hicieron autocrítica y llaman a un acuerdo, al consenso y pacto social.
El año 2020 se retiro, dejando a su paso, una marca imborrable caracterizada mayormente por las pérdidas que golpearon a miles de familias de nuestro país, y dejando en la sociedad un denominador común que está en cada comercio, cada pyme y en cada familia, donde creen más en el esfuerzo colectivo de manera informal para lograr algo, que en la búsqueda de resultados o respuestas por parte del estado.
En otras palabras, ya descartan que se necesita y se necesitara , un aporte extra hacia dicho estado, si se quiere lograr resultados, Algo que no es un detalle menor, dado que dicha percepción también va acompañada por el descreimiento y la falta de esperanza en un futuro mejor, cuando las condiciones vuelvan a la normalidad, o que la vuelta a la normalidad no desencadenara, precisamente en un renovado espíritu de reconstrucción , donde todo se simplifica a un “todo seguirá igual” .Sin contar aquellos que ya fustigados desde hace años por la crisis social y económica, creen que solo la oportunidad de un nuevo comienzo puede ser solo, fuera del país. Algo que sobre todo en la juventud, es casi una opción a considerar.
Algo que en lo personal duele, y porque creo y amo este suelo, es que me rehúso a pensar que la solución esté en Ezeiza, Creo que es el momento, el momento del compromiso y la acción política.
En el último tiempo solo dos referentes de relevancia Nacional son los que salieron a la luz e hicieron públicas sus intenciones de llamar a las fuerzas políticas al dialogo, el acuerdo político y el pacto social a través del compromiso y la acción política y fueron Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, solo dos dirigentes, de todo un universo político argentino. Donde hacen repasos de aciertos y desaciertos y quieren promover la revisión funcional de los espacios que se identifican, tanto puertas adentro como afuera. Remarcando como alternativa y/o solución, la necesidad de ampliar la participación y de convocar a las instituciones.
Al plantear o visualizar dichas posturas, encontramos como respuesta hoy en día, la frase común de las diferentes dirigencias, (quizás por miedo al costo político) o simplemente cerrando el debate, sentenciando; “No es momento de hablar de política”, “es una locura proponer candidaturas o lanzar espacios” cerrando con estas declaraciones cualquier oportunidad al debate constructivo. .-
Comparto en un punto que efectuar actividades políticas que atenten contra protocolos sanitarios establecidos o que deriven en un riesgo a los presentes es negligente e irresponsable, pero desde la acción, segura y con los recaudos correspondientes, nada tiene de malo proponer, debatir y trabajar en post de consolidar espacios de cara a un año de elecciones legislativas.
Quizás si sea incomodo para algunas fuerzas que quizás están aletargadas o en el resguardo de la comodidad del silencio, el hablar de concesos, búsquedas de acuerdos y poner en la mesa, el reclamo postergado de la sociedad. Este año ameritara diseñar los protocolos y los marcos que brinden seguridad y responsabilidad pero que no detengan el derecho sagrado de la sociedad a expresarse y a elegir.