El pasado lunes, el SENASA a través del área de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Pampeano, realizó una inspección sorpresa en Chivilcoy en distintos comercios, decomisando en uno de ellos, 21 kgs de chacinados apócrifos y sin trazabilidad sanitaria comprobable, “preservar la salud del consumidor es el objetivo prioritario del organismo” enfatizó a #LNURadio, el Dr. Damian Tursi supervisor del área, “en este caso en conjunto con la Dirección de CAZMA Municipal, porque no se puede trabajar sin la colaboración de la Municipalidad”.-
El Dr. Damian Tursi supervisor del área de inocuidad y calidad agroalimentaria del centro regional pampeano visitó los estudios de #LNURadio en el día de ayer, en el marco de la inspección realizada, “nos encontramos con toda clases de embutidos con el rótulo aprócrifo y varios productos sin el respaldo documental correspondiente” informó, “el rótulo debe de tener fecha de elaboración, lugar de origen y fecha de vencimiento, siendo la identificación del producto, permitiéndonos ver la trazabilidad del mismo, ejemplo, si vamos hacia atrás podemos constatar el lugar de origen y si es un establecimiento habilitado por Provincia o por SENASA, en este caso no se pudo hacer, por lo que las acciones fueron decomisar y preservar la salud del consumidor como prioritario”.
“Esto se va a decomisar en un frigorífico nacional”, en este caso en el Matadero Chivilcoy, frigorífico nacional, “para que esos productos no lleguen a la mesa del consumidor” señaló, “no es un producto apto para el consumo, por lo que se somete a un digestor que lo convierte en líquido que es incomestible que se desecha, asegurándonos que esté fuera del circuito”.
“Siempre se trabaja en conjunto con los municipios, a pesar de que el organismo tiene la facultad de acción, se trata de potenciar el objetivo, trabajando en proyectar un estándar único, algo que estamos transitando con buenos resultados, en el caso de los frigoríficos se está trabajando bastante bien, en el marco del diagnóstico edilicio y operativo, adecuándose a los estándares nacionales, apostando a la competitividad y garantía de elaboración que implican la buenas prácticas y la higiene de establecimientos habilitados”.
Por otra parte, al ser consultado por la identificación del comercio en cuestión, informó que “el organismo preserva el nombre por una cuestión de procesos administrativos que hay que respetar, está en proceso judicial, ya que se inicia una demanda penal en este caso, porque más allá de infringir la normativa sanitaria, se incumple un artículo (N°292) y su correspondiente en el código penal, por lo que hay un proceso con un informe técnico incluído”.
Los alimentos sin control sanitario, están sujetos a sufrir una posible contaminación, “porque no se preserva la cadena de frío, no hay aplicación de procedimientos estandarizados de limpieza, ni control sanitario” explica, “no hay control de plagas, ni control de calidad”.
¿Qué puede pasar cuando no hay controles sanitarios?
“Pueden aparecer bacterias, virus, hongos y parásitos” emplifíca, “también riesgos químicos o físicos, es decir, cualquiera que haya consumido esos productos potencialmente podría enfermar. Principalmente en embutidos, hablamos de una enfermedad parasitaria como la triquinosis, que lo produce un parásito, y al no tener el control obligatorio de laboratorio para la triquina, es común que aparezca esta zoonosis, después también hay bacterias que pueden aparecer como consecuencia de la falta de control y conservación correcto”.
El proceso de fabricación se debe de hacer en establecimientos habilitados por Provincia o por Nación, “un producto chacinado sino tiene triquina no quiere decir que no pueda tener otro tipo de bacteria, virus u hongos, por lo que el proceso de elaboración debe de estar controlado sanitariamente en todas las etapas del proceso, desde la llegada de la materia prima hasta la elaboración del producto final, porque en cualquiera de esas fases puede revestir peligrosidad sanitaria, por lo que se debe de tener rigurosidad profesional y control”.