“Ahora con la perspectiva que nos da este tiempo que pasó, el confinamiento del escritor escribiendo no es lo mismo que el confinamiento de una pandemia” reflexiona en diálogo con #LNURadio, el escritor chivilcoyano -quién fuera galardonado recientemente con el prestigioso Premio Anna Seghers 2020- “escribir es habitar una lengua en tránsito” define.-
El autor de novelas como “Glaxo”, “Lumbre” y “Cameron” dice a través del éter de la radio que se enteró del premio “justo cuando comenzó la pandemia” produciendo emociones encontradas al respecto, “este premio es muy loco porque no es un concurso donde uno postula, sino que de pronto te llaman y te dicen que ganaste porque un jurado elige cierto autores, es una sorpresa absoluta. Es una alegría enorme” ilustra sobre el prestigioso premio literario que se otorga en Alemania de acuerdo con el testamento de la escritora, que estipuló que el dinero obtenido por sus obras debía utilizarse para incentivar a autores jóvenes. Se da anualmente a un escritor alemán y a uno latinoamericano.
Al respecto, opina que en la actualidad pasa “algo muy interesante, hay nuevos autores latinoamericanos que están apareciendo, han aparecido muchas autoras que estaban trayendo fuerza a la literatura latinoamericana muy interesante. A la literatura latinoamericana le cuesta circular en Latinoamérica y se están empezando a armar canales de circulación que se dan a través de festivales, editoriales pequeñas, entonces empieza a darse una circulación más interesante pero que todavía estamos lejos de conocer autores de Chile, México, por ejemplo. Más allá de eso, hay una fuerte renovación de autores y autoras que están haciendo cosas interesantes”.
“En la primera lectura, hace muchos años, cuando descubrí la obra de Anna Seghers, la novela Tránsito me había permitido, si es que eso es posible, aproximarme a la experiencia del viaje de mi madre, a la historia de mi madre. Cuando mi madre tenía cinco años viajó con mi abuela, desde un pequeño pueblo del Abruzzo hasta la Argentina a mitad del siglo XX, donde las esperaba mi abuelo quién había viajado previamente”
El premio es en memoria de una autora alemana que tuvo que exiliarse por el nacismo en México, desde donde escribió una novela que es una de las historias “que más me impresiona que se llama Tránsito. Toda la historia me removió mi historia familiar y me encuentro con una parte de la historia de mi mamá que en un momento escribía poesías” describe Ronsino.
“Con todos esos elementos armé una reflexión: sé lo que significa escribir para mí, que esta sintetizada en la idea de que escribir es habitar una lengua en tránsito, que esta pensándose todo el tiempo a sí misma, que uno nunca llega a ese lugar que quiere retratar”.
“Uno busca más la soledad en estos momentos y reconectar con la soledad total para poder seguir escribiendo y poder en ese modo solitario trabajar. Sin dudas en ese estado uno está más conectado con el exterior.
Ahora con la perspectiva que nos da este tiempo que pasó, el confinamiento del escritor escribiendo no es lo mismo que el confinamiento de una pandemia” concluye.