En el día miércoles nos encontramos con la noticia de que el Municipio ha firmado un convenio con Aapresid en el cual, la entidad dedicada a la siembra directa, establece un protocolo para la aplicación de “buenas prácticas” en la zona periurbana de la ciudad. Dicho en criollo, se habilitará la fumigación, en lotes productivos cercanos a zonas residenciales. Como lo expresó el intendente somos de los primeros en firmar este tipo de convenios que, según la entidad promotora, nos convierte en un “municipio Verde”.
Pero esto no es todo, este convenio se da en un marco de agujero legal en tanto que Chivilcoy no cuenta con una ordenanza que tipifique a cuántos metros es posible aplicar los productos fitosanitarios. De hecho, cuando vecinos alertan sobre la deriva de las fumigaciones próximas a su domicilio, la patrulla rural se excusa, con razón, de no contar con legislación para actuar.
Si bien es cierto que en nuestra ciudad existe una gran porción de tierras fértiles en quintas aledañas a la población urbana y periurbana, parecería que, nuevamente, se pone en juego la falsa antinomia entre economía o salud. Pero en este caso, lo económico puede más y se pone en riesgo a miles de personas por la implementación de un modelo productivo basado en insumos químicos altamente dañinos para el ecosistema y la salud.
Sin embargo, hay una solución que nos posibilita coexistir, declinando cualquier práctica nociva para los productores y la población en general. Se llama Agroecología. No es un cuento, ni una práctica de bohemios.
El nombramiento de Eduardo Cerdá (referente en la materia), como Director Nacional de Agroecología en el ministerio de Agroindustria de la Nación es la confirmación de que la Agroecología, no llegó, sino que volvió para quedarse. Porque, como cuentan los productores que la utilizan, “es lo que hacían nuestros abuelos en el campo”. Es poner al hombre y la mujer al servicio de la naturaleza, buscando su equilibrio y también la rentabilidad. Porque sin altos costos de insumos, la Agroecología extensiva está dando mejores rindes que el modelo propuesto por el agronegocio. Modelo que desertifica el campo, mata la tierra, envenena e aire y el agua y expulsa a la familia campesina y chacarera.
Por todo hacemos un pedido urgente a los/as concejales de nuestra ciudad para contar con una ordenanza que regule las distancias de aplicación como primera medida preventiva que proteja la vida de las personas ante todo, para luego poner en debate qué modelo de desarrollo queremos para nuestra ciudad.
Entendemos que el intendente está siendo mal asesorado en este sentido, ya la Agroecología está tomando impulso en ciudades vecinas y el Gobernador Axel Kicillof junto al ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, anunciarán próximamente el lanzamiento del Programa Provincial de Agroecología mostrando que el camino es otro.
Convocamos a las distintas entidades de trabajadores rurales, movimientos sociales y medioambientales, partidos políticos y a la comunidad en general a expresarse el rechazo a este convenio y a seguir trabajando en la difusión y aplicación de la Agroecología, único camino para lograr un “Chivilcoy Verde”.
APAA (Asamblea por el Agua y el Ambiente de Chivilcoy), Ecos Chivilcoy, Vamos – Frente Patria Grande, MTE Rural, Jóvenes por el Clima Chivilcoy.