Hoy 3 de junio se cumplen 5 años de un movimiento que se instaló para quedarse, para no borrar de nuestra memoria a ninguna mujer víctima de violencia de género. Un movimiento que fue creciendo y volviéndose cada vez más grande. Un movimiento sin dueñxs, de todas las generaciones y pertenencias: es tuyo, mío y de todas.
Solamente en el 2020, 137 compañeras nos fueron arrebatadas. El mensaje “ya llegué”, el correr hasta tu casa con las llaves en la mano, el acoso como moneda corriente, la violencia económica perpetuada por nuestras parejas y la violencia simbólica a la que estamos sometidas todos los días en los medios, lamentablemente resume lo que vivimos mujeres, niñas y adolescentes. Y nadie más que nosotras puede entenderlo.
Se nos hace un nudo en la garganta al prender la televisión, escuchar la radio, mirar las redes sociales y ver que cada 27 hs. nos arrancan una amiga, hermana, madre o hija. Ese nudo en la garganta que nos hace gritar desgarradamente esos nombres, esa furia, esa impotencia, ese dolor, es lo que nos da la fuerza para salir a la calle a recordarlas y a luchar. Para que a nadie se le olvide que en la Argentina y en el mundo entero nos siguen violentando y asesinando. Para que de una vez y para siempre, podamos vivir en un mundo de iguales.
Para que nunca más tengamos una menos.