Otro año nos encuentra, aquí nuevamente expresándonos por esta lucha diaria que debemos realizar tanto mujeres como hombres.
Como muchos saben, esta lucha, es no solo para frenar los femicidios que a diario se cometen (cada 30 horas muere una mujer a causa de femicidio en nuestro país), sino también para cambiar una cultura que esta instaurada.
Si hablamos de femicidio, algunos quizá se pregunten por la definición, la cual “se refiere al asesinato evitable de mujeres por razones de género. El femicidio entra en la esfera de la violencia contra la mujer, pero también toma otras formas”.
La palabra “femicidio” es, además, una categoría política, es la palabra que denuncia el modo en que la sociedad vuelve natural algo que no lo es: la violencia machista.
Hablamos de hombres que piensan que una mujer es suya y que tienen derecho sobre ella, que pueden hacer lo que quieran, y que cuando esa mujer dice NO, la amenazan, le pegan, la matan para impedir que diga NO.
Es un problema que atraviesa todas las clases sociales e ideologías. Que no sólo atañe a la seguridad sino que también necesita de una respuesta múltiple, de todos los poderes del Estado y todas sus instancias -nacional, provincial, municipal- acompañados también de una respuesta de la sociedad civil al respecto de este problema.
Debemos reconocer, que esta lucha que comenzó unos años atrás, generó un cambio dentro de la sociedad, pero aún falta mucho por hacer.
El femicidio es la expresión máxima de la violencia de género, pero debemos reconocer que hay otros aspectos dentro de la sociedad que no llegan a ese límite, pero que son importantes reconocer.
Hoy en Argentina, las mujeres tienen un sueldo promedio inferior en un 30% a los hombres, y este problema se debe enfrentar, ya que el género no condiciona las capacidades de cada persona, debiéndose garantizar la igualdad en todos los aspectos. Con la paridad, se logró garantizar la igualdad en el acceso a cargos políticos públicos, lo cual fue un gran avance, que se debe continuar en otros ámbitos del Estado.
Es necesario cambiar la cultura existente que tiende a pensar a la mujer como objeto de consumo y descarte y no como persona autónoma. Para esto es fundamental la enseñanza que le damos a nuestros hijos en el seno de la crianza, pero también la educación que brindamos desde el Estado en cuanto al aborde como política pública.
Desde nuestro espacio, proclamamos la igualdad de género en todos los sentidos, las políticas llevadas a cabo por esta gestión demuestran un claro compromiso con esta lucha que recién empieza.
Debemos comprometernos todos los espacios políticos y los ciudadanos en generar y garantizar un real cambio cultural, en el cual tanto mujeres como hombres se encuentren en una igualdad real.
Mujeres por Chivilcoy y Unión de Jóvenes Por Chivilcoy