El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de mejorar la calidad de vida tanto de la población infantil como los adultos que sufren esta discapacidad y poderles brindar así mejores condiciones para su desarrollo.
El autismo está considerado como una discapacidad que afecta el desarrollo neurológico de los individuos que lo padecen y que se presenta en las primeras etapas de la infancia. Se caracteriza por ser una condición que afecta la interacción con el mundo exterior, el contacto con las personas del entorno y problemas de comunicación verbal.
En este día, reconocemos y celebramos los derechos de las personas con autismo, nos manifestamos contra la discriminación, celebramos la diversidad de la comunidad mundial y reforzamos nuestro compromiso con la plena inclusión y participación de las personas con autismo. Ayudar a estas personas a alcanzar su pleno potencial es un componente esencial de los esfuerzos que realizamos para cumplir la promesa central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: no dejar a nadie atrás.
La celebración de este año llega en medio de una crisis sanitaria como no se recuerda otra en nuestras vidas, una crisis que genera un riesgo desproporcionado para las personas con autismo a consecuencia del coronavirus y de sus efectos sobre la sociedad.
Debemos asegurarnos de que una interrupción prolongada causada por la emergencia no resulte en un retroceso de los derechos que con tanto esfuerzo han defendido las personas con autismo y las organizaciones que las representan.
Los derechos humanos universales, incluidos los derechos de las personas con discapacidad, no deben verse infringidos durante una pandemia. Estas personas deben seguir teniendo acceso a los sistemas de apoyo necesarios para permanecer en sus hogares y comunidades en tiempos de crisis.
Todos nosotros tenemos una tarea que cumplir para asegurar que, en este difícil trance, la información sobre las medidas de precaución debe proporcionarse en formatos accesibles. Debemos comprometernos a consultar a las personas con discapacidad y a las organizaciones que las representan, y a garantizar que nuestras formas no tradicionales de trabajar, aprender y colaborar unos con otros, así como nuestra respuesta mundial al coronavirus, sean inclusivas y accesibles para todas las personas, incluidas las personas con autismo.
La campaña de este año, en plena crisis de la pandemia en el mundo, se centra en el lema “Puedo aprender, puedo trabajar”. Se reivindica un esfuerzo por parte de las autoridades y de la sociedad a la hora de facilitar el acceso a una educación de calidad con miras a que estas personas puedan desarrollar un trabajo remunerado y ser lo más autónomos e independientes posible.
Y esto va a requerir un cambio de mentalidad en la sociedad para apoyar las necesidades, capacidades y prioridades de las personas con TEA, crear y mantener los servicios de apoyos necesarios y promover la accesibilidad del colectivo en todos ámbitos de la sociedad.
Para celebrar el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo a nivel global se llevarán a cabo acciones, programas y campañas de acuerdo a las posibilidades que hoy tenemos. Por otro lado, todos nosotros podemos formar parte de esta campaña aportando nuestro granito de arena para ayudar a crear conciencia del valor que tienen los niños, jóvenes y personas mayores que sufren autismo.
Te invitamos a colgar un lazo o un globo azul en tu casa, para mostrar tu acompañamiento y compromiso con este tema, también utiliza las redes sociales enviando tu mensaje, o simplemente dando tu opinión. Etiqueta a tus amigos, que mientras más hablemos de autismo, más vamos a conocer de qué se trata y de cómo poder llevar a la acción la verdadera inclusión.