Le damos la bienvenida a LA NOTICIA URBANA a TORQUE TRACCIÓN CULTURAL – a partir de hoy estaremos publicando sus “cuentos torqueanos” los próximos cuatro domingos.-
Cabe destacar que la revista “Torque Tracción Cultural” es realizada y editada en Chivilcoy por un equipo entusiasta de periodistas, comunicadores, fotógrafos e ilustradores, siendo este el cuarto año de existencia.
El castillo
Ese enorme lugar siempre había llamado la atención de Jorge desde pequeño. Lo veía cuando iba a visitar a sus abuelxs los domingos, en la quinta de la avenida de Tomaso. Para llegar a destino, el auto doblaba delante de aquella monumental construcción, con sus torres en la entrada y su gigante puerta frontal.
Una noche Jorge se quedó a dormir en lo de sus abuelxs. Se festejaba el cumpleaños de una tía y la soledad del campo, era ideal para la larga mesa familiar, debajo de la galería. Todavía estaban de brindis, cuando Jorge salió hasta la calle de tierra, para ver algo increíble. Del enorme castillo salían luces de colores y una extraña música, que le quedo grabada para siempre en su memoria.
Esa noche la fortaleza medieval estaba habitada por hombres y mujeres que bailaban y reían desenfrenadamente, como si estuvieran poseídos por una extraña magia que él desconocía. Jorge quería saber cómo era ese fantástico lugar por dentro, pero era demasiado chico para que lo dejaran entrar. Escuchaba de sus mayores, que tenía un puente y un subsuelo, lo cual disparaba en su mente extrañas imágenes. Lo cierto es que los años pasaron y el castillo después de tener varios dueños, cerró como boliche bailable.
Con el tiempo, la estructura empezó a sentir el abandono producto del encierro. Primero fueron sus torres delanteras las que se desmoronaron, junto con parte del revoque de la fachada. El edificio recibió el golpe de gracia, cuando se incendió. Indigentes lo habían tomado y al prender fuego en su interior, para escapar a las inclemencias del invierno, generaron llamas que al descontrolarse, cobraron la vida de uno de ellos.
Con el tiempo, la triste historia quedó en el olvido y el barrio se fue poblando de casas de fin de semana, con altos tapiales y pequeñas ventanas, al tiempo que la extraña fortaleza seguía perdiendo lentamente sus partes y haciéndose cada vez más pequeña. Esa fue la impresión que tuvo Jorge, cuando volvió un fin de semana a visitar la casa que era de sus abuelxs, ahora quinta de fin de semana de la familia. Desde que vivía en Capital Federal, donde estudiaba arquitectura, no visitaba mucho la ciudad. Al crecer todo toma una dimensión distinta. Lo que antes parecía enorme e intimidante, de grande parece volverse más pequeño, perdiendo su aura de grandeza.
Ese sábado Jorge decidió dormir en la antigua quinta. Lo bueno, es que quedaba a pocas cuadras de un nuevo boliche bailable al que concurrían todos sus amigos y la cercanía le permitía beber sin tener que manejar para volver al centro. La salida del boliche lo encontró sólo y borracho. El camino de vuelta exigía pasar frente a la antigua y derruida construcción. La neblina nocturna del campo le daba a todo un aura tenebrosa, como a cuento de terror. De repente, al llegar a la parte trasera del castillo, Jorge pareció escuchar que desde una de las antiguas puertas de acceso, salía la pregnante música que de chico había quedada grabada en su memoria auditiva, aquel lejano cumpleaños de su tía Norma. ¿Sería la borrachera? ¿Su imaginación? Jorge se rió en soledad, mientras cruzaba el alambrado alumbrado por la luz de su celular. Al ingresar al sitio, se encontró con el antiguo puente colgante, el cual lo condujo a una antigua recamara desde la cual salían intensas luces de colores. Esa noche fue la última vez que alguien vio al joven. La policía inspeccionó todo el barrio, incluido el derruido edificio, pero allí dentro solo se encontró basura y restos del antiguo incendio. Lo cierto es que a la desaparición de Jorge, le siguieron varias más. Lxs vecinxs del lugar, consultados por los medios locales y las fuerzas de seguridad, comentaron que algunas noches de fuerte viento, se escucha música y risas que parecen provenir desde el interior de la antigua construcción, aunque nadie puede ingresar, ya que para evitar accidentes o nuevas tomas, todas las entradas fueron tapialadas, ocultando para siempre la verdad de lo sucedido. Por lo menos, hasta que alguien se atreva a nuevamente a buscar la forma de entrar…
Matías Rossi
Breve perfil del autor
Matías Rossi es Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la UBA. Integrante de la revista Torque Tracción Cultural y la Cooperativa de Comunicación “El Hormiguero”. Autor de los libros “Italia en Chivilcoy” y “Cuentos de Misterio y Terror Chivilcoyanos”.
Donde consigo los libros de este autor? Los quiero comprar.
Hola Yamila! buenos días.
El libro lo podés comprar en la asociación socorros mutuos italia (av Soarez 160) de lunes a viernes de 10 a 12 hs, y sino en librería Macondo o Adagio de Chivilcoy. Gracias por el contacto. Saludos!!
Me encantó yo vivía en la casa martija en el cruce de ruta 30 y 51 me acuerdo de ese lugar .que linda historia de volver a recordar.gracias